Si deseas acostarte con ella la noche en que la has conocido, invéntate alguna coartada inocente y plausible que justifique el que vuelva contigo, de forma que sus amigos no tengan razones o por lo menos no razones concluyentes para pensar que puede haber sexo entre vosotros.
Si va a beber, que sea con clase: un whisky de 12 años, de alguna marca con prestigio. Muchos principiantes beben tragos suaves que ni las mujeres toleran; no deseará probar ser un inexperto y no tener clase en el momento de tomar.
Por fortuna otros discípulos siguieron sus enseñanzas y probaron que tenía razón, que cual4uier estado de irritación o bien represión provoca una tensión muscular extrema que conduce al desequilibrio, especialmente cuando el problema data desde la infancia y permanece en el subconsciente.
Hay quien afirma que los celos son la manifestación del verdadero amor. Para nada es de este modo. Los celos, la rivalidad y la envidia son el resultado natural que genera la lógica del deseo amoroso debido a su naturaleza triangular y mimética.
La forma en que lo hacen es apelando a nuestros deseos más profundos de control e intimidad. Hacen un llamamiento a nuestro deseo de vivir nuestras fantasías de manera indirecta por medio de las personas en la pantalla, sin tener que enfrentar algunas de las duras realidades de la vida real.
Las inhibiciones. Si no tiene ningún problema, ¿Por qué razón no se entrega? Y es que muchas mujeres, pese a estimar experimentar una mejor relación sexual, se inhiben a tal grado que no pueden entregarse por completo: las luces apagadas, eso no, nos pueden oír, etc.
¡Felicitate! Has llegado a la última etapa del procedimiento siendo una persona nueva. Has hecho un trabajo personal increíble. Has entrado en tu más profundo yo para analizarte y conocerte. Has crecido como persona. Te has enfrentado a tus miedos y los has vencido.
Como hemos dicho previamente su poder sensual interior está compuesto de sus pensamientos, sentimientos, energía sexual y de su magnetismo personal. Veamos ahora como puede convertir cada uno de estos aspectos para que aparezcan lo más sensual posible.
Con la sexualidad sucede lo mismo. Nuestra primera actividad sexual, derivada de nuestra condición de seres sexuados, se genera mucho antes de que tomemos conciencia de que hemos puesto en práctica esa condición, y la toma de conciencia es la que imprime nuestro recuerdo.
Si su esposo la prosigue apoyando y usted prosigue luchando por superar sus miedos e inquietudes actuales (que son, le repito, absolutamente naturales), posiblemente prontísimo pueda reanudar su vida sexual con exactamente la misma intensidad y entusiasmo con que lo hacía ya antes de la operación.
