Puesto que bien: ¿cómo se hace? ya ha encontrado a las mujeres con
En mi recién estrenado estado voluntario de celibato (nada casto), el hacer uso de mi condición de ser sexuado sin necesidad de un (a) pelmazo/a era una bendición. Por eso desabroché el botón de mi tejano y deslicé los dedos bajo el tanga. Como otras veces habían hecho otros.